El cuento que nos contamos condiciona la forma en que vivimos.
No sabemos cómo son las cosas.
Sólo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos.
Vivimos en mundos interpretativos.
Si nos contamos que tenemos:
🔶los superpoderes de un superhéroe,
🔶las habilidades de un súper genio,
🔶el progreso de un millonario,
🔶la belleza de una princesa,
🔶la valentía de un príncipe.
¡Sería genial!🥳🤩
Pero no. Eso más bien lo vemos en niñes.
Porque de niñes sí que soñábamos SER PROTAGONISTAS en los cuentos que interpretábamos, jugando…
En cambio, en la vida adulta, solemos actuar en el papel de reparto con un personaje que se desvaloriza, es torpe, pobre, feo o cobarde…
🤔¿Dónde se habrá formado la brecha entre nuestra vida de niñes y de adultes?
🤔¿Qué relatos o interpretaciones de nosotres hacemos?
La historia que nos contamos, nuestra conversación interna, impacta en nuestro bienestar y calidad de vida.
- La historia que nos contamos de nuestro pasado, impacta en nuestro presente.
Acá interviene además, la memoria y todo lo que nos han dicho que ES ASÍ.
- Y la historia que nos contamos de lo que sucederá a futuro, también impacta en nuestro presente.
Acá nos basamos en suposiciones que nos traen ansiedad.
Necesitamos tomar conciencia de CUÁNDO nos perjudica eso que nos contamos y RE-INTERPRETAR
Reinterpretar implica volver a interpretar con otro lente. Observar el observador que somos y, si no nos sirve su interpretación, buscar OTRA que nos apoye a obtener MEJORES RESULTADOS.
De allí la importancia de la evolución personal, que abre el abanico de interpretaciones. Y por lo tanto, nos amplía las posibilidades de acción.
👉Se trata de escribir un nuevo guión tanta veces necesitemos y poner acción para en el recorrido de la vida. Qué, paradójicamente…será sólo una vez (al menos con éste cuerpo físico).
¿Comenzamos?
Si. es posible. Cambiemos el cuento.
Con el cuento que nos contamos, viene de la mano a los condicionamientos…
Los cuentos de pequeños que nos fueron contando y lo creímos…
Y por esa creencia, seguimos haciendo, sin cuestionarnos si realmente eso «me hace bien a mi vida».
Me encantaría que podamos practicar esto de «vivir lo que yo necesito», porque somos seres únicos. Y también que todos tengamos la sabiduría de hacer lo que cada uno desea experimentar.
Porque no todo aplica para todos…
Hace poco, decidimos con mi pareja vivir en distinto techo después de vivir durante 3 años en la misma casa.
Fue un proceso largo de escucharnos, tomar la decisión y accionar con amor. No estamos acostumbrados a ver parejas que se aman que vivan en distintos espacios. «No se usa» me dijo alguien, «son demasiados modernos» me dijo otra persona… Y nosotros dimos un salto cuántico en la relación de pareja. Crecimos como seres individuales un montón, y más aprendizaje aún en nuestro vínculo… Y sobretodo, rompimos con estructuras de otros, con lo que dice el sistema que «debe hacerse», nos liberamos…
Muchas veces nos moviliza «el que dirán», cuestiones económicas porque ahí está presente el «no puedo», o los hijos y «su felicidad». También las creencias y las percepciones de las cosas. Sin embargo, tenemos una sola vida y a veces…el cuento puede ser diferente a cómo nos lo contaron😏.
A veces….
Las princesas:
👉no esperan a sus príncipes para ser rescatadas del castillo.
👉son guerreras.
👉se descostillan de la risa.
👉salen de su castillo para vivir aventuras.
👉pueden estar completas, sin ser madres.
👉no necesitan de un príncipe para ser felices.
Los príncipes:
👉tienen miedo y lloran.
👉no es más hombre por tener hijos.
Además…
👉la soledad es sanadora y super enriquecedora.
👉las cosas pueden funcionar sin luchas o guerreros.
👉los dragones no son tan feos.
Por esta razón, ¿te gustaría completar más «A veces…» y dejar un comentario😄?
¿Qué te has empezado a cuestionar de «el cuento que nos contamos»?
Acá te regalo un post que habla acerca de esos juicios que creemos y que nos condicionan en la libertad de ser nosotros mismos.
Abrazos, Lau💖
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