→Cuando el #Coronavirus pase.
Un día, la ciudad se aquietó.
Mermaron los accidentes de tránsito, las grietas sociales y los robos.
Las personas se quedaron en casa.
Leyeron libros, cantaron, disfrutaron de la música.
Se ejercitaron, jugaron, hicieron arte.
Dedicaron tiempo a cocinar y se alimentaron saludablemente.
Algunos meditaron, otros rezaron, y muchos bailaron.
Usaron más la tecnología para trabajar y también las Redes Sociales.
Tomaron formaciones o simplemente descansaron.
Observaron su interior, se escucharon más.
Algunos conocieron sus sombras, y otros su luz.
Descubrieron nuevas formas de relacionarse con otros, y también con sí mismos.
Exploraron nuevas formas de criar a sus hijos
y también de sostener y acompañar a su pareja.
Así, las personas empezaron a ser diferentes y comenzaron a sanar.
Sanar y crecer desde el corazón.
Y, sin personas viviendo en automático,
el planeta también comenzó a sanar.
Delfines y cisnes nadan en aguas limpias de Venecia,
Buenos Aires tiene menos contaminación atmosférica,
China también respira aire más puro.
Los árboles dejan de ser talados
y los animales habitan en paz por un tiempo.
La vida es tan sabia que ella sola nos guía a un equilibrio.
El 2020 fue tiempo de descanso para la Madre Tierra.
Y cuando la incertidumbre pasó,
las personas se volvieron a reunir,
aceptaron sus pérdidas familiares y económicas,
tomaron nuevas decisiones
y consideraron otra manera de vivir.
Crearon nuevas formas de sanar el planeta,
así como ellas fueron sanadas.
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Aquí, el video subido a YouTube:
👉También podés leer una mirada diferente acerca del Coronavirus “En tiempos del Coronavirus, una oportunidad de Concienciavirus”
¡Gracias por leer!
Un abrazo, Lau
Referencias
- Texto traducido por Kitty O´Meara. Adaptado en #serpormi.
- Video producido y creado en #serpormi
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